romper el hechizo

Todavía sueño algunas cosas viejas, y tu cara no se me borra de la memoria, aunque menos aún tu voz y tus ultimas palabras dolorosas. Odio sentirme una nena que lleva los ojos triste pero ante la mirada de los demás es felicidad. Desearía haberte rechazado. Ansío quebrar la maldita ilusión que llena las almas pobres y los corazones inquietos como el mío. Porque soy solo una niña fantaseosa, que malgasta su energía en desafíos inútiles y que le tiene fobia a los amores verdaderos. Brindo hoy por los corazones abiertos a la entrega y a la felicidad compartida.