miércoles, 30 de septiembre de 2009

jueves, 24 de septiembre de 2009

pobres mis personajes

de no verse a exponer juntos. casualidad. las apariencias de la bondad erradas. un cuento largo que promete. voy cambiando sus vidas. entre lo que hacen y lo que les pasa. pobre de mis personajes. todo el relato de lo que no soy.

martes, 22 de septiembre de 2009

mano roja

un frio polar arrazó mi ciudad. la gente se esconde de la gente. un tipo desfiguró a su madre. la facultad esta desierta. mis manos estan negras. la madre lo violaba. sangre. sangre. y más sangre.

sábado, 19 de septiembre de 2009

la señora que limpia... o mucama

Entre los modismos de la clase media y los de la clase más acomodada, prefiero lo segundo. Es un tanto más despectivo, pero refleja la necesidad de delimitar su lugar. Los que usamos el modismo mediático, o popular, intentamos ser humildes aunque manipuladores con la lengua que no es despectiva pero enraizada en el disgusto por no ser la clase de chicha ni de limonada.
era vizco. y acusaba que todo lo veia con una midara artistica, innovadora, hasta surrealista. se arrodillaba para verla con perspectiva. ella lo dejaba hacer, mirando a la nada, evitando el suplicio de su figura encorvada. no emitia palabra. y se iba torciendo, hasta llegar a recostarse sobre el parquet, harto de no poder enderezarla, sabiendo que ella no entendía el porque de su postura y creia que era un viejo con plata y nada más, nada más.
pero él no tenia voz para explicarlo. no tenia cara.
y tampoco dientes.

eso es otra historia

cuando pasó la estación donde se tenia que bajar pensó en todo lo que estaba resignando al partir sin más, en busca de algo que llenara de contenido si vida.
Llegó a Padua y empezó a caminar hacia el campo. Todo era nuevo, a unos pocos kilometros de casa. Le alcanzaba con saber que empezaba otra vez. No tenía nada mas que el recuerdo de su vida pasada.
Se preguntó si había tomado el camino fácil. Quizas con años de terapia hubiera podido dilucidar su repulsión por la mediocridad. Y quizás esa opción trastornada de verborragia ocular la ayudaba para determinarse en ese sin fin de opciones que la había llevado a elegir la nada.
Quizás hubiera tenido que hablar con Carlos y decirle que su actitud la traumaba. Porque era él en realidad el que tenía la culpa de su huída. Pero en realidad no, no había sido culpa de él, porque ella hacía lo que ella quería, y esta decisión la habia tomado sola. Mantenía el paso rápido, como si la estuvieran persiguiendo. La gente la miraba extrañada, como un sapo de otro poso. Aceleró el paso, para que nadie pudiera distinguir las lágrimas que caían por sus mejillas. No me voy a detener, no me voy a detener.

viernes, 18 de septiembre de 2009

pecadora

De pronto me siento encapsulada en un pensamiento ciclico que ante la presencia se me escapa, y en los sueños se reitera. Un absurdo de sensaciones corrocivas para la catarata de emociones que cae por otro lado. Dejame decirte que me desespero. La educación cristiana me hizo ser una culpable, y por años eso no pude revertirlo más allá de intentos aún destructivos. Que pecado ser tan ingenua, tan impulsiva, tan escasa de experiencia que me siento una niña mala.


domingo, 13 de septiembre de 2009

dni

Se despidió después de dar vueltas un buen rato. Hay cosas que es inevitable no se le trasmitan a la cara. No recordaba de que había hablado. Y en su cabeza no había ninguna respuesta. Se escuchaban los tacos contra la baldosa sonar alto en el medio de la noche. Un whisky antes de dormir. De pronto el sol de nuevo, como si no hubiese habido rato alguno entre el acostarse y el día. Un susto de un recuerdo inventado, o la culpa de un sueño. En mi desierto no tengo nada más que un par de fechas borroneadas y nombres repetidos. Perdoname, es que necesito descansar. Mi nacimiento está mal escrito en mi documento de identidad. No me deja dormir en la noche el inconsciente.

Zulma

Nadie sabia muy bien por que lo hacía. La mayoría de las veces, volvían a dejarla en su casa (la que ella decia que era su casa), y una vez allí, se alejaban esperando no escuchar ningún grito.
La última vez que la entrevisté, me contó que su vida era un infierno. Que deseaba un silencio que nunca iba a llegar, que soñaba con gente que no era de verdad. Que ya estaba muy cansada y que sabía que no podía escaparse de las voces.. pero que aún en 47 años no había aprendido a convivir con ellas.

jueves, 10 de septiembre de 2009

Estado de Insuficiencia

El demente no será privado de su libertad personal sino en los casos en que sea de temer que, usando de ella, se dañe a sí mismo o dañe a otros. No podrá tampoco ser trasladado a una casa de dementes sin autorización judicial. Las autoridades policiales podrán disponer la internación, dando inmediata cuenta al juez, de las personas que por padecer enfermedades mentales, o ser alcoholistas crónicos o toxicómanos pudieren dañar su salud o la de terceros o afectaren la tranquilidad pública. Dicha internación sólo podrá ordenarse, previo dictamen del médico oficial.

A pedido de las personas enumeradas en el artículo 144 el juez podrá, previa información sumaria, disponer la internación de quienes se encuentren afectados de enfermedades mentales aunque no justifiquen la declaración de demencia, alcoholistas crónicos y toxicómanos, que requieran asistencia en establecimientos adecuados, debiendo designar un defensor especial para asegurar que la internación no se prolongue más de lo indispensable y aun evitarla, si pueden prestarle debida asistencia las personas obligadas a la prestación de alimentos.









tanto dolor. tanta soledad detras de las rejas. Es la misma anulación, desde dentro del poder perjudicial.

lunes, 7 de septiembre de 2009

in fancia

Corro apurada en la vereda de mi casa, como si necesitase llegar a algún lado, solo que recién estoy llegando a mi casa. Acelerado mi paso, me choco con ella. Más de un año de la última vez de verla, en un encuentro casual que rompía una ausencia de encuentros de diez años. Siempre igual, con su flequillo sonriente. Lleva un guardapolvo color verde, de maestra de jardín de infantes, perdió a su padre hace unos años ya, y toda su familia se dedico a encontrar su ubicación actual. Me cuenta lo bien que se acomodaron y como cada cual salió con lo suyo. Para no perder tiempo pregunto por todos uno detrás de otro. Hay nuevos infantes en su familia. Sonríe más aún de lo normal, pues le gustan los chicos. Tiene apenas cuatro años más que yo. La conocí jugando en la vereda de la vieja casa de mi abuela. Su papá era mi pediatra. Cada semana festejábamos el cumpleaños de una muñeca, con tortas, globos, y hasta regalos. Le pregunto por sus futuros hijos. Me cuenta la separación con su pareja de años, la libertad que se trajo con ello, y lo bien que se siente aunque trabaja doble turno. Imagino yo que lo hace para llenar sus horas de ausencias. Se ve feliz. Y yo apurada, por llegar a casa, por un mate. Me quedo detenida en la vereda, ella se fue después de un saludo cálido y los enviados cariños a las respectivas familias. Parada miro el pasar de la gente. Detenida en años, en caras que se aparecen en imágenes de mi memoria emotiva. De mi infancia, que se fue hace poco, y me parece que termino hace años. Que la retengo en algún lado de mi cabeza, en algún baúl de mi casa, en alguna valija en lo de la abuela. Que la comparto a veces con mi prima en una charla de algún día festivo en el que la familia se reúne. Esa infancia que guardo en una fotografía tomada por mi madre, o por mi padre con una Minolta automática.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

sin rencor

Te escribo desde lo más sincero. Te escribo desde lo llano, desde el oeste, por no decir más. Es allí donde veo al sol esconderse cada día. Mi humanidad no es otra cosa que lo que respiro. Simple y fiel a mi realidad. Te estremece pensar que tiemblo por aquello que me hace sentir viva. Y no un pájaro, ni poesía ni ficción. Si no podes amoldarme a tu ilusión, no es porque sea seca mi letra sino porque tu idealización no tuvo tiempo para conocer lo que en realidad soy.
No admiro las mentes que se enriedan en si mismas, no admiro esa particular forma de leer la vida, autorreferencial. Nadie es tan distinto como para pretender algo más que un amor terrenal, amor de actos y no de palabras. Y si acaso así fuera, el vacío ahogaría tu último grito. En tu ideal no hay novedad, no hay ritmo. No existen los iluminados. Solo es un intento por reafirmar la esencia que edificaste sobre mi, sin aceptar que lo que buscas nunca lo vas a encontrar, porque te estabas viendo a vos mismo.